Verloren Spirale

Faltan sus huellas marcadas en las veredas, corrientes de aires desafiantes a cada paso dado, fueron borrando como si fuesen nada en el todo de nuestro todo profuso; cuando en si, fueron pasos muy significativos, pasos que me dolían uno por uno; yo solo cerraba los ojos y los entreabría al verlos ir en sentido de la melancólica aurora septentrional. Por ese camino cercado de solemnes arboles ya nadie se pasa, excepto yo, que frecuento hincarme a medio tramo, entre luces entristecidas y mas tarde entre tinieblas, para no hacer otra cosa que no sea permanecer confiando. Y cuando la añoranza alenta mis funciones e intenta detener el corazón, es cuando me dan ganas de ir a caminar y en los pasajes ir dando con criaturas de toda calaña, mientras no se trate de humanos espectadores de solo el plano externo del ancho y profundo mar.

Hace siete atardeceres me levante del polvo de aquella olvidada vereda, a caminar de ahí hasta los prados; y al llegar a esos primorosos claros, un pequeñito hombrecito con sombrero verde y punteagudo sobresalia entre las flores de campo, apenas y la culminación de su agraciado sombrerito llegaba a la altura media de la fucsia y delicada amapola; iba saltando y con sus pequeños piececillos hacia tronar los tiernos pedúnculos de las frágiles flores, de las cuales los pétalos facilmente salían volando. El curioso iba cantando:

Plantae, Plantae, Plantae
Noy hay panqueques de zanahoria para hurtar
Plantae, Plantae, Plantae
Ella no horneo panqueques de zanahoria
Plantae, Plantae, Plantae
Falta el aroma a dulce con zanahoria
Plantae, Plantae, Plantae
Recolectad zanahorias que no me apetece el aroma a tristeza
Plamtae, Plantae,Plantae
¡Endulzaos, endulzaos, endulzaos Plantae!

Simpatizada me dejo esa criaturita y ablandada por su naturaleza, me salio una sonrisa; después de saltos se puso de pie frente a mi y me dijo: Vamos limpiad esos ojos llorones o si no, os los sacare y me los comeré cuando desprevenida estés. Vayamos a recolectar flores de las mas raras especies para una esencia magia que servirá para dar como un distinguido obsequio y de paso recolectemos unas jugosas zanahorias para unos exquisitos panqueques que has de preparar para endulzarnos y después danzar.
Accedí a dar el paseo en busca del vegetal y las flores, muy alegre anduve con el chusco pequeñito, pues no paraba de hablar con tan tremenda gracia, además de que se burlaba de mi concentrada añoranza (claro, burla benigna para despejarme por un rato)y burlón me cantaba:

¡Ya os dije que el tiempo lo va devolver!
¡Ya dejad de contar cientos y miles y mas!
¡Ya lo veo, lo veo cabalgar!
¡Ya tonta te vuelves, insoportable como la comezón!

No paraba de reír y al oscurecer me encamino hasta el pie de mi torre y le prometí que al amanecer le despertaría con el cálido y delicioso aroma a panqueques de zanahoria y así este, se fue muy contento; pero antes de empezar con la preparación de los panqueques, quise encargarme primero de la esencia, así que descubrí la canasta donde llevaba las flores y la primera que me atrajo a sacarle del canasto, fue la bonita amapola, troce su fruto, me lo lleve a la nariz y me deje encantar por su aroma absorbiendolo hasta lo mas hondo y seguido de ello, el entorno giro, me sentí totalmente somnolienta y no pude evitar caer hacia el piso dormida...

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