viernes, 14 de agosto de 2009

Toda la noche sentiré... no diré tanto, casi nada, pues el amor me ha anonadado con solo haberme dado un paseo hacia el pasado no muy lejano. Estaba yo sobre una rama seca de un árbol muerto con el corazón cerrado sin razón de gran fuerza, el cielo se veía oscuro con algunas estrellas y la luna como en noches normales; tarareaba obstinada y en eso fui a caer hacia atrás, de espalda caía colinas abajo, todas verdes; en el viento flotaban espirales verdes hipnotizandome, el cielo ya no era normal, era de un color azul verdoso y con estos ojos que no son muy distintos a lo de aquellos días, nos observe desde nuestro génesis hasta el momento de ponerme de pie nuevamente en el presente... entonces volví algo distinta.
Etiquetas: Escritos
1 comentarios:
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A las 14 de agosto de 2009, 18:22 , ha dicho...
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