martes, 3 de noviembre de 2009
Tantas personas haciendo ruidos, llenando todo el espacio... salvo el de una sola mesa, en donde a lo lejos vi sentado a un hombre pálido que se sacudía la cabeza ahuyentando insectos voladores y albinos que invadían sus abundantes cabellos largos, oscuros y algo alborotados (en el momento imagine un gran árbol sacudiendo su gran copa, alejando murciélagos blancos); seguía con sus penetrantes ojos el vuelo de estos voladores mientras todo su demás cuerpo permanecia rígido y soplaba. El no podía estar en aquel plano tan simple y camuflajearse, creó un espacio misterioso que lo separaba de aquel lugar. Inevitable siempre y en todas partes. Era noche de brujas y verle ahí sacudiéndose los insectos albinos y soplándoles a los desprevenidos fue lo mejor que vi en todo el día. Aquel misterioso vive en mi siempre. ¿¡Lady Plantae verde seria sin él!?... por él, es el canto de ella.
Etiquetas: Escritos
2 comentarios:
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A las 6 de noviembre de 2009, 0:25 , ha dicho...
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A las 13 de noviembre de 2009, 11:14 , ha dicho...
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