viernes, 16 de agosto de 2013
No he quedado exenta del mal que sufrieron mis ancestros ¿o es que el dolor se cuela en el vientre, se enmaraña y crece en las entrañas?... Me llevarán a donde el aire corre, arrastrando consigo lamentos y oraciones que buscan escapar de las salas blancas para llegar al cielo.
Romperán los tejidos del recubrimiento de mi alma para arrancar la obra dañina y además cruelmente me despojarán de algo mio... si de verdad esta inseparable del mal. Y es ahora cuando me siento tan pequeña... cuando se que dentro de un cuerpo humano estoy tan expuesta al dolor de la Tierra, mas aún mi alma ha de ser tocada por los seres que viven más allá de las estrellas.
Me he dado cuenta que hay que ser muy ligeros y no encarnarse tanto en esta realidad, que hay que voltear todos los días hacia el cielo y que si nos dejamos llevar poco a poco hacia las hendiduras oscuras pronto nos hallaremos tan perdídos... tan envueltos en telarañas, y pasa así... de pronto estas inmensamente confundido, sintiendo que día tras día te asfixias. Si le abres una pequeña rendija después le abres una ventana, después la puerta y después derriba todo y te envuelve.
No se que visiones tendré cuando me duerman, no se cuando regresaré de ese sueño, mi cuerpo no podré sentir.
Oh violencia que hará correr mi sangre... no se cuanta perderé ni quien me la podrá devolver. Mi vientre será como el fuego ardiente que desciende tras las montañas del oeste; no soportaría verlo, sería como quemar mis ojos.
Mi cuerpo ha perdido energías y suelo pasar mucho frío, volteo alrededor... veo como todos se desvanecen. Siento como si me esperase una batalla y escucho cánticos melancólicos entre los árboles pero confió en la voluntad del Sabio y si permite que llegue esa hora, estaré en sus brazos mientras el ocaso viva en mi vientre.
A veces al corazón también le ponemos anestesia pero llega el momento en que las heridas gritan y debemos coserlas para que con el tiempo sanen, pero debemos cuidarlas amorosamente para que cicatricen debidamente y no se infecten.
Después de que pase el desastre quiero volver a escuchar que los árboles canten sobre el amor...
Perdón.
