Verloren Spirale

Tormentum

sábado, 11 de enero de 2014


Caminaba temblorosa lo más rápido que podía con las manos cubriéndose el torso, iba descalza escapando del  desastre, buscaba desesperadamente el fin del mundo, buscaba ese punto donde si das un paso más flotas en el espacio estelar, donde te hallas realmente en el fin del planeta Tierra, en ese confín.  Ya iba rotundamente cansada  y llena de llagas cuando quedó tendida sobre unas filosas rocas. En las penumbras se desangraba, cada vez se enfriaba más y más, su temperatura bajo y bajo hasta que sintió que alguien a quien no podía ver la tomo en sus brazos y volaron por los aires mientras su vestido blanco y desgarrado ululaba escurriendo su liquido vital. Aterrizaron y la recostó cuidadosamente sobre hierba pura y fresca, ella no podía ver nada, pues era una madrugada sin estrellas y la luna también permanecía oculta y justo ahí comprendió y casi sin poder respirar susurró lo siguiente:

"Erre todo este tiempo, perseguí a la nada, me aferre a la nada. Todo lo que pude ver y tocar nunca ha existido, no ha sido real y todo lo que no pude ver ni tocar siempre ha existido, ha sido real… Todo lo que pude ver y tocar jamás estuvo conmigo, todo lo que no pude ver ni tocar jamás me ha abandonado… 
Las falsedades se disfrazaron una y otra vez de mis sueños y yo creí poderlos palpar… lo más triste es que varias veces vi como se les caían los disfraces y enseguida se cubrían con ellos nuevamente y yo... yo volvía a creer... yo volvía a perseguir la nada."

Allí en el musgo se quedó cubriendo con las palmas de sus manos la llaga que gritaba. Al cerrar los ojos veía unos ojos blancos, unos ojos ciegos que se difuminaban en un inmenso espacio blanco y escuchaba una voz apacible y profunda que le decía... "Estoy aquí... calma... estoy aquí".

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