Verloren Spirale

Almendra es una paloma mensajera, llegó a mi vida en una tarde de invierno, apenas era un pichón. Se crió en esta Torre húmeda, la cual es mi casa. La llamé Almendra por que en sus primeros días poseía un color tostado como el de las almendras. Desde pequeña le di mucha calidez, le cantaba todos los días, le hablaba, la abrazaba, tuvo mucha cercanía conmigo. Hasta que un día dejé abierta la puerta de la jaula en la que yacía y le llamé, estando yo un poco apartada. De inmediato Almendra pequeña voló hacia mi hombro, desde ese día no dejó de hacerlo, siempre volaba hacia mi, estuviera donde estuviera ella me seguía, me tomó mucha confianza. Pasé muchos días viendo hacia los cielos a través de la herrería de espirales de la puerta de mi casa, acompañada de Almendra, posada en mi hombro. No es tan nerviosa y miedosa, no sale volando, huyendo de inmediato si un humano pasa a su lado. Sin dudas es una paloma muy singular, es realmente dulce y curiosa... sus movimientos son tan llenos de gracia y siempre se muestra admirada ante cosas que ocurren, las observa detenidamente, incluso gira la cabeza si es necesario para continuar viendo. Almendra es distinta a las palomas de las plazas y distinta a las palomas que viven en palomares, de ello se percata cualquiera que la conoce. A veces me siento frente a ella y me mira fijamente por considerables momentos, y creo sentir que lleva dentro algo realmente maravilloso.

Hace tiempo se fue por primera vez muy lejos de casa... desde el techo la vi volar tan alto, la vi perderse en el firmamento, voló hasta que ya no pude verla más. Sin embargo quise confiar en la naturaleza y que retornaría, aunque nunca la entrené para que lograra encontrar el camino de regreso a su palomar, como hacen los colombo filos, los criadores de palomas que se dedican a adiestrarlas con ciertas técnicas.

Al día siguiente de su partida, ya al atardecer salí a ver la coloración del cielo, y justamente en ese momento la vi llegar volando, se posó en la vivienda de justo enfrente de mi casa. Me llené se asombro y dicha y la llamé, Almendra al cabo de unos momentos regresó por fin a casa, después de un viaje que emprendió a lugares que desconozco. Llegó dando pinceladas de diversos colores a los cielos grises, una vez más. El amor hacia esa ave ha crecido... siento que tengo un vinculo con ella.

Después de ese viaje ha emprendido otros, pero siempre regresa. Suele volar en toda la casa libremente o simplemente vagar y posarse en los diferentes niveles de la Torre.

Las palomas mensajeras por naturaleza son extraordinarias navegantes, ellas pueden llevar cartas pero no a cualquier lugar, solo a casa. Las sueltan de lugares muy lejanos a su palomar y ellas vuelan de regreso al lugar donde se criaron. Todavía hay muchas cosas sin resolver a cerca de la cuestión de como es que logra encontrar su hogar. Hay mucho misterio aún pero entre las pruebas que han realizado se han percatado de que el pico de las palomas contiene magnetita y actúa como una brújula. También algunos investigadores creen que el mapa esta escrito en la atmósfera y que los olores traídos por los vientos les indican el camino.
Estas aves son mas sorprendentes de lo que a veces imaginamos.











Almendra ayer se fue nuevamente a navegar por los cielos y se que volverá a posarse en mi hombro...

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