domingo, 8 de junio de 2014
Nunca volverán a entrelazar sus manos...
la soltó y ella se perdió para siempre...
Aunque su aroma se respira en el viento
y se refleja su alma en el agua, aunque su pulso se siente en las hierbas,
en las flores, en los árboles, en la tierra...
aunque su mirada ahora sea el nublado cielo de verano,
siempre sensible como un cristal que tiende a romperse dejando caer agua...
aunque el mar pueda recordar la fuerza de su amor...
nunca podrá alcanzar su mano...
nunca la encontrará.
Él escucha a lo lejos sus murmullos,
escucha como canta quedamente.
Ella escucha su piano sonar
y sin embargo ya no se pueden encontrar...
Ella canta, él toca, tan lejos el uno del otro
y sin embargo están en la misma tonalidad...
Oh triste melodía y triste acompañamiento...
¿Escuchas nuestra canción?
Callaré... pon sordina al piano...
silencio...
Etiquetas: Escritos
