Verloren Spirale

 Lascia ch'io pianga...

La noche cercana al tercer eclipse lunar penumbral del año en curso, después de iniciar un aprendizaje profundo sobre el mantra yoga me acerqué a mi maestro para despedirme, seguidamente me dijo que sentía que era mio un vestido olvidado y guardado en el rincón del olvido desde justo antes del confinamiento por cuarentena. Me aproximé al sitio y cual fue mi sorpresa... era mi vestido largo de color azul... de inmediato recordé con exactitud el día en que lo olvidé.
Tomando mi vestido percibí todo el aroma de quien ese día me tuvo entre sus brazos... se encontraba en su plenitud impregnado de su aroma, repentinamente se desbloqueo todo lo que reprimí dos meses... lloré sin más ya en pleno eclipse, en cada suspiro sentía todo el amor tan tierno que me conectaba a él... volví a sentir aún sabiendo cuánto no fue verdad, sin embargo el amor por si mismo subsistió.

Cuatro largos meses se conservó cierto perfume en las hebras finas que conforman la tela de mi vestido azul, su aroma concentrado trascendió el tiempo de confinamiento y abrió el portal de mi cuarto centro de energía. Gotas innumerables se derramaban caudalosas limpiando mi alma... sin impedimento alguno sentí y sentí, lloré y lloré hasta caer enferma ya en la madrugada. Antes de quedarme dormida tomé el vestido aún conmovida por su aroma y lo guardé. A la mañana siguiente no podía oler nada... nada.

Mi sentido del olfato parecía haber desaparecido en su totalidad, no podía percibir absolutamente ninguna clase de olor. Me sentí desorientada, siempre fui muy sensible a los aromas en el entorno y ahora no me podía guiar por ese sentido. Busqué mis frascos de aceites esenciales y abrí el de flores de lavanda para encontrarme sin poder registrarlo, ni el frasco de canela, ni las plantas aromáticas, ni el olor del pan, ni el olor a lluvia, ni el olor de mi taza de chocolate, ningún olor agradable o desagradable, ni el aroma del vestido azul, ni mi propio olor, nada.

Si las personas a mi alrededor mencionaban algo sobre algún aroma del ambiente era la única manera de enterarme de detalles de los que no me estaba percatando, tenía una extraña sensación de percibir el mundo desde lejos, desde más lejos que de costumbre y así trascurrieron los días.
Cada mañana despertaba con ánimos de descubrir si ya podía oler algo, mas no pude durante nueve días seguidos percibir olor alguno, hasta el día de hoy.
Al despertar esta mañana fui a buscar el frasco de canela, lo abrí y ahí estaba por fin percibiendo unas ligeras y tenues notas de canela.

Aún no percibo todos los aromas y los pocos que percibo son en medida muy ligera, muy lejanos, casi nada.
La percepción de la vida desde una experiencia de un cuerpo humano cambia considerablemente sin uno de los sentidos...

Observo la sincronicidad de los sucesos, encontré repentinamente mi olvidado vestido azul ultramar impregnado del aroma del ser a quien dulcemente he amado, mi corazón se volvió mar y después del encanto marino y la belleza exaltada del aroma... perdí el sentido del olfato.

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De armónicos del mar
y de los sonidos graves
y titánicos del cielo se formó tu voz.
Te escuché cantar y mi alma blanca
fue como papel que con acuarela se pintó...
sentí correr el agua en mi... rosa diluido.
La resonante vibración de tu voz
pincelaba escurriendo tinta en mi corazón
¿De dónde si  no es del amor que habita en ti,
puede emerger esa grandiosa belleza?
El dulce resplandor de tus ojos
me llevó a un viaje entre cúmulos de estrellas
y al descender cuando mis pies rosaban apenas la tierra
recordé el color y la música en tu risa
y un tibio rayo de sol me envolvió y fui solo luz...
me volví solo amor, por ese instante amor es todo lo que fui.
A partir de entonces... un oceánico azul suele verterse
desde mi alma hasta desembocar por mis ojos...
y se mezclan las dos tintas tan acuosas
formando una nebulosa en mi interior que crece,
expandiéndose mientras las acuarelas siguen su curso 

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Recuerdo el febrero del año antepasado... estábamos muy lejos del ajetreo de la ciudad, el cielo azul y el campo estaban tan extensos a un lado, y al otro lado se abrían las puertas que debía cruzar sin ti, puertas que eran el comienzo de un camino de sufrimiento profundo. Sabíamos que mi sangre se derramaría y que no lo podíamos evitar... entonces ignorando mi miedo te vi a los ojos, te sonreí y comencé a correr y tu corrías tras de mi intentando detenerme, pues mi cuerpo estaba frágil, no debía. Pero el campo era extenso y yo quería tocar el cielo, quería sentir al viento, y quería más que nada... sentir todo eso contigo. Me alcanzaste y me abrazaste y de mi florecían innumerables sonrisas... me volví a soltar y volví a correr mirando al cielo mientras escuchaba tu voz diciendo mi nombre... siempre acababa envuelta entre tus brazos... y la paz se expandía por que ahí nuestras almas se contemplaron en un momento que era para vivir por siempre en mi memoria... aquello posiblemente aparezca como una visión en mis últimos instantes en Tierra. 

Llegó la hora... me llevaron a la sala blanca... mis ojos tristes en ti puse antes de que la puerta se cerrara y no sabia que al salir tu te ibas a ir para siempre... 

Hoy visto la misma falda color uva tinta que llevaba puesta ese día... a lo largo de este tiempo se ha rasgado y la he cocido varias veces así como a mi corazón... pero he llorado otra vez hasta el alba y la sangre escurre desde mi corazón hasta mis pies... ya no puedo coserme más, mi alma se asoma... quiero ir a casa... 

Almendra es una paloma mensajera, llegó a mi vida en una tarde de invierno, apenas era un pichón. Se crió en esta Torre húmeda, la cual es mi casa. La llamé Almendra por que en sus primeros días poseía un color tostado como el de las almendras. Desde pequeña le di mucha calidez, le cantaba todos los días, le hablaba, la abrazaba, tuvo mucha cercanía conmigo. Hasta que un día dejé abierta la puerta de la jaula en la que yacía y le llamé, estando yo un poco apartada. De inmediato Almendra pequeña voló hacia mi hombro, desde ese día no dejó de hacerlo, siempre volaba hacia mi, estuviera donde estuviera ella me seguía, me tomó mucha confianza. Pasé muchos días viendo hacia los cielos a través de la herrería de espirales de la puerta de mi casa, acompañada de Almendra, posada en mi hombro. No es tan nerviosa y miedosa, no sale volando, huyendo de inmediato si un humano pasa a su lado. Sin dudas es una paloma muy singular, es realmente dulce y curiosa... sus movimientos son tan llenos de gracia y siempre se muestra admirada ante cosas que ocurren, las observa detenidamente, incluso gira la cabeza si es necesario para continuar viendo. Almendra es distinta a las palomas de las plazas y distinta a las palomas que viven en palomares, de ello se percata cualquiera que la conoce. A veces me siento frente a ella y me mira fijamente por considerables momentos, y creo sentir que lleva dentro algo realmente maravilloso.

Hace tiempo se fue por primera vez muy lejos de casa... desde el techo la vi volar tan alto, la vi perderse en el firmamento, voló hasta que ya no pude verla más. Sin embargo quise confiar en la naturaleza y que retornaría, aunque nunca la entrené para que lograra encontrar el camino de regreso a su palomar, como hacen los colombo filos, los criadores de palomas que se dedican a adiestrarlas con ciertas técnicas.

Al día siguiente de su partida, ya al atardecer salí a ver la coloración del cielo, y justamente en ese momento la vi llegar volando, se posó en la vivienda de justo enfrente de mi casa. Me llené se asombro y dicha y la llamé, Almendra al cabo de unos momentos regresó por fin a casa, después de un viaje que emprendió a lugares que desconozco. Llegó dando pinceladas de diversos colores a los cielos grises, una vez más. El amor hacia esa ave ha crecido... siento que tengo un vinculo con ella.

Después de ese viaje ha emprendido otros, pero siempre regresa. Suele volar en toda la casa libremente o simplemente vagar y posarse en los diferentes niveles de la Torre.

Las palomas mensajeras por naturaleza son extraordinarias navegantes, ellas pueden llevar cartas pero no a cualquier lugar, solo a casa. Las sueltan de lugares muy lejanos a su palomar y ellas vuelan de regreso al lugar donde se criaron. Todavía hay muchas cosas sin resolver a cerca de la cuestión de como es que logra encontrar su hogar. Hay mucho misterio aún pero entre las pruebas que han realizado se han percatado de que el pico de las palomas contiene magnetita y actúa como una brújula. También algunos investigadores creen que el mapa esta escrito en la atmósfera y que los olores traídos por los vientos les indican el camino.
Estas aves son mas sorprendentes de lo que a veces imaginamos.











Almendra ayer se fue nuevamente a navegar por los cielos y se que volverá a posarse en mi hombro...

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Los musgos son de los vegetales más antiguos que comenzaron a habitar la tierra, estuvieron aquí mucho antes que los seres humanos, aparecieron antes de la era de los dinosaurios.
Cada especie posee su respectiva magia, siempre he visto al pequeño musgo como un ser realmente encantador; si palpas un manto de musgo puede hacerte sentir la conexión con todo el bosque, lo puedes sentir en el corazón. Y si alguna vez has vagado demasiado lejos y te has perdido en lo espeso del bosque, el musgo te puede devolver a tu hogar, actúa como una brújula. Siempre crece más abundante de un lado del tronco de los arboles y hacia ese sentido es el norte. El musgo se desarrolla mejor en lugares húmedos y sombríos, en los que el sol no de directamente.

Creación del manto de musgo:

Sobre una hoja de madera esparces tierra y encima colocas los fragmentos de musgo y los unes los unos con los otros. Debes rociarlo con agua cuatro veces al día en temporadas calurosas y dos veces durante el invierno. Es muy necesario mantenerlo húmedo y en la sombra, ya que las raíces del musgo no absorben el agua y es la entera superficie de la planta la que la absorbe. El musgo se irá reproduciendo poco a poco gracias a las esporas que libera. Tomará tiempo para que las raíces del musgo se fijen fuertemente a la madera. Con el tiempo se unificará y se expandirá tu mágico manto de musgo, al cual es muy probable que acudan seres pequeñitos y sorprendentes... pueden ser seres brillantes y alados, duendes o gnomos.
                       

Puedes invitarlo a que crezca en tus macetas o en muros. También es una buena solución para las personas que viven en espacios muy reducidos y sienten nostalgia por la naturaleza... si se sienten tan lejanos de ella y si sienten su llamado, pueden tener en casa un pequeño y hermoso jardín.

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Madrigal del compositor, gambista y cantante italiano Claudio Giovanni Monteverdi (15/05/1576 - 29/11/1643). Letra de Ottavio Runuccini.

Tres seres de voces masculinas cumplen el papel narrativo (Dos tenores y un bajo), contemplan y describen como es que al alba una joven ninfa (soprano) abandona su hogar de agua y vaga sin consuelo perdida entre los bosques. Va clamando hacia los cielos, los cuestiona acerca del tan inmensamente triste destino que tuvo su amor. A falta de la transparencia, ese amor fue arrojado a un acantilado sin fondo.

Obra musical tan antigua, tan poética que abre los corazones y desentierra los sentimientos más profundos... es como probar la densa pulpa de los frutos... es como perderse en el intenso aroma de un campo tapizado de flores, es como ver el sol cuando más apasionado arde... justo antes de morir, tras las montañas.

Fragmento de la parte central del madrigal:

"Amor, Amor..."

Dicea al ciel mirando, mirando al piè fermò.

"Amor, Amor,
Dove, dov'è la fe´ che´l traditor giorò?"

Miserella...

"Fa che ritorni il mio
amor com´ei pur fu,
o tu m´ancidi, ch'io
non mi tormenti più"

Miserella ah più no, no, tanto gel soffrir non può.

Allí, ya tendida sin fuerzas ni voluntad para huir con todo y mi cuerpo, me entregué al creador de todos los universos. A veces me iba a sueños que no recuerdo y a veces regresaba a la sala blanca, mis ojos se abrían y veía la encandilante lampara que flotaba sobre mi cuerpo abierto y ensangrentado. Escuchaba sus voces, escuché cuando alguien pedía las tijeras. Después volvía a regresar a los sueños olvidados, o a la nada.
Utilizaron sus cuchillos en mi, me abrieron y desacomodaron todo dentro de mi vientre, hasta llegar al gran tumor que había estado creciendo internamente. Repentinamente volví a despertar temblando aún más descontrolada, sentía esta vez un frió que me atormentaba, un frió que permanecía, un frió que me hacia sentir en medio del ártico. Temblando allí en esa sala blanca creí que estaba muriendo, que podía ya sentir el frió de la muerte. Escuchaba el sonido constante de las maquinas a las que estaba conectada, mis brazos estaban sujetos y extendidos hacia los lados, no paraba de temblar y todo parecía lento y borroso. Tuvo que ir alguien a sujetarme las manos por un momento, pues el temblor había incrementado y susurraba débilmente, sin fuerzas... "ya no puedo más... ya no puedo más..."

Después me volví a ir de la sala... y al volver a abrir los ojos me dijeron: "Estamos finalizado."  Fue el lapso de hora y media mas largo de toda mi vida...

Depronto ya estaba en una camilla esperando a que mi cuerpo recobrara la sensibilidad, pero el frío permanecía e incrementaba. Y mientras mi cuerpo se despertaba, un dolor insoportable comenzaba a reinarme... y ni las potentes drogas lo calmaban... ni la morfina pudo contra la verdad de una larga y profunda herida recién hecha... tan fresca. No estaba solo consciente de mi martirio... podía escuchar los lamentos de tantas personas... fue como visitar el temido lugar de fuego que quema a las almas...
Creo que si todas las personas del mundo entraran unos momentos a esas salas blancas dejarían de hacer muchas cosas que dañan... querrían cambiar varias cosas...

Sentía el cuerpo totalmente deshecho, como si estuviera completamente partida, tirada en medio de un campo de batalla... allí instigada por los intensos dolores me quedé sin dormir y vi nacer el sol... Sabia que debía resistir... seguir luchando, pero sentir el estado de mi cuerpo me hacia pensar en que parecía imposible volver a verme erguida y corriendo a través de los prados verdes... sin embargo eso imaginaba... que mi alma podía correr libremente por esos paisajes, y pensaba en todo lo que me gustaría hacer al sanarme... pero otras veces atormentada por los dolores parecía que no lo lograría... las lagrimas se me escurrían y solo quería poder dormir en paz y por fin descansar.

Pasaron días y días, solo veía el movimiento del exterior a través de mi ventana, y cuando por fin me levanté para salir al mundo nuevamente... tuve que volver a entrar de emergencia al quirófano, pero no otra vez al de los asuntos físicos, del cuerpo... entré esta vez al quirófano de los asuntos del corazón... del alma. No había ningún cirujano al rededor... yo misma tuve que ser fuerte y abrirme a mi misma. Me arranqué lo que tanto amé, lo que profundamente e incomprensiblemente amé durante tantos años, lo que tanto me fallo, lo que tanto me lastimo, lo que tanto me mintió y quedé desgarrada. Estaba enteramente entrelazado a a mi alma, no podía desprenderse sin dejar a mi alma con una herida que parece mortal. 
Hace seis primaveras llegó y esta primavera lo despidió. Lo ame con la fuerza de mil millones de mares juntos e impetuosos.... y con la dulzura y pureza de un manantial pacifico, cristalino e iluminado por la luz recién nacida. Dejé que el amor creciera como un bosque sin limites... sin fin... amé por primera vez, y fue con todo mi corazón. 
El diamante que latía en mi y que entregué fue desdeñado y fue roto por el engaño, y tal daño es irreparable con magia mortal. Esa magia destinada a morir, esa magia tan falsa, tan débil... esa magia tan banal vestida de oro. Las palabras, las apariencias adornadas se han hecho polvo y los hechos se hunden en mi como hojas filosas de hierro.

El resplandor dorado de los árboles se extinguió, desterré a lo falso y huyó sin remedio, fue de inmediato hacia lo insustancial, sin mirar atrás, sin guardar luto por la perdida, por nada. Cada paso que dio hacia allá, lo retrocedió de mi y creó un hoyo insondable que nos separó para siempre. Me quedé sola sosteniendo entre mis brazos lo que amé y tuve que arrancar. Mis lagrimas se convirtieron en ríos caudalosos; sin embargo diga lo que diga nada podrá exhumar la entera verdad que solo conoce el rey del todo.

El tumor y ese amor... crecieron casi juntos y ahora casi simultáneamente me despido de tales causas de tanto dolor... para siempre. Me negué tanto tiempo a entrar al quirófano para que extrajeran el tumor y así mismo quise ser ciega tanto tiempo... 

Aguanté los dolores del cuerpo y del alma, acepté y acepto cada herida, cada detalle... por que se que ha sido necesario para mi espíritu...

La  aguda aflicción me esta purificando y el cielo me ha dicho que esta pieza musical en tonalidad menor, al final terminará con un acorde mayor...  me mostrará el camino indicado...

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Hace tres días debí dejar que me quitaran los puntos de sutura... que cortaran ese hilo con el que me cosieron, que me quitaran cada puntada. Ese hilo que mantuvo unido lo desbaratado cuando el desastre estaba vivo y fresco... lo único que unía de vuelta mi vientre recién abierto...

Aunque a la herida le falte poco para convertirse por completo en una cicatriz en la capa externa, hoy cortaron los nudos del hilo y jalaron para extraerlo, mas todo se había complicado, el hilo se había encarnado... ya no había salida de aquel problema que no implicara pasar nuevamente dolor. Jalaron con fuerza y mientras se deslizaba lentamente hacia afuera... fue un intenso suplicio. La herida se removió, quedó resentida  y volvió a sangrar. Retiraron el hilo que había ayudado tanto, mas no podía continuar allí hasta el final. Ahora, sin el hilo podrá terminar de cerrar por completo...

¿Cuántas veces hemos también cosido las heridas de nuestro corazón con hilos que después debemos extraer removiéndolo todo?... Así como ese hilo... te encarnaste tanto en mi y casi simultáneamente me los arrancaron...al hilo quirúrgico del cuerpo y tus hebras mágicas con las cuales suturaste lo roto de mi corazón. Pero sobre todo... me has dejado mucho más que este sangrado...

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Los viajes del alma... 

"Esta noche posiblemente mi alma,
Esclavizada, desgastada por la aflicción
Sentirá la necesidad de huir de su prisión de carne;  
Muy lejos de nosotros, de nuestro tiempo,
Se irá a reunir con las estrellas.

Ellas le hablarán de su propia existencia
En unas palabras puras y silenciosas,
Y le mostrarán un camino
Que lleva a los remansos desconocidos 
Que vinculan cielo y tierra.

Esas comarcas lejanas,
Donde las altas hierbas en los campos bermejos
Siempre bailan un vals con la luz;
Donde pueden libremente errar
Todos los recuerdos de nuestras vidas sobre la tierra
Que el tiempo habrá querido borrar..."

Alcest

Me ha alcanzado la hora... al despertar subiré a mi caballo y cabalgaré hacia el campo de batalla, no retrocederé. Mi armadura esta hecha de estrellas, refulge plateada y esplendorosa... luz imperecedera.

Aunque siento temor... miraré hacia el frente y afrontaré lo que se aproxima...

El cielo ha cantado esta noche y los árboles ya no se lamentan desesperanzados. Se derramará sangre sobre la hierba fresca, se librará una batalla que me purificará y volveré a florecer como la primavera...

Ahora, antes de partir solo puedo ver la luz de todos... del universo entero... y me siento tan agradecida...

El bosque entero se enrojecerá y gritará de dolor, mas una lluvia cristalina lo limpiará y renacerá con una hermosa música... ya veo ese luminoso día...

El nacimiento de Valar... un nuevo viaje...

:)

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Es como probar una ciruela de color guinda, rasgas la delgada tela superficial que sabe tan agria y entras en el dulce sabor de su pulpa. Ambos sabores se mezclan de una manera tan única... duele y a la vez deleita.

La disonancia es tan bella y aún así, cada que suena me quedo sin respiración... lloro y a la vez sonrío mientras yazgo empapada bajo una airada tormenta... sintiendo dentro, cierta inquietud y cierta calma.

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Frodo Bolsón: Ya no quiero seguir Sam...

Sam Gamyi: Lo sé. Ha sido un error. No deberíamos ni haber llegado hasta aquí pero henos aquí... igual que en los grandes cuentos Sr. Frodo, los que realmente importan, llenos de penumbra y de constantes peligros, esos de los que no quieres saber el final, por que... ¿Cómo van a acabar bien?. ¿Cómo volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido?. Pero al final todo es pasajero como esta sombra, incluso la oscuridad debe terminar para dar paso a un nuevo amanecer y cuando brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que permanecen y llenan el corazón por que tienen mucho sentido, aún cuando eres demasiado pequeño para entenderlas pero creo Sr. Frodo que ya lo entiendo, ahora lo entiendo. Los personajes de esas historias tuvieron la ocasión de dar la vuelta, de rendirse pero nunca lo hicieron, siguieron caminando por que tenían algo de lo cual aferrarse.

Frodo Bolsón: ¿Y nosotros a que nos aferramos?

Sam Gamyi: A que el bien aún existe, le sé mi señor Frodo y tenemos que defenderlo. 

No he quedado exenta del mal que sufrieron mis ancestros ¿o es que el dolor se cuela en el vientre, se enmaraña y crece en las entrañas?... Me llevarán a donde el aire corre, arrastrando consigo lamentos y oraciones que buscan escapar de las salas blancas para llegar al cielo. 
Romperán los tejidos del recubrimiento de mi alma para arrancar la obra dañina y además cruelmente me despojarán de algo mio... si de verdad esta inseparable del mal. Y es ahora cuando me siento tan pequeña... cuando se que dentro de un cuerpo humano estoy tan expuesta al dolor de la Tierra, mas aún mi alma ha de ser tocada por los seres que viven más allá de las estrellas.
Me he dado cuenta que hay que ser muy ligeros y no encarnarse tanto en esta realidad, que hay que voltear todos los días hacia el cielo y que si nos dejamos llevar poco a poco hacia las hendiduras oscuras pronto nos hallaremos tan perdídos... tan envueltos en telarañas, y pasa así... de pronto estas inmensamente confundido, sintiendo que día tras día te asfixias. Si le abres una pequeña rendija después le abres una ventana, después la puerta y después derriba todo y te envuelve. 

No se que visiones tendré cuando me duerman, no se cuando regresaré de ese sueño, mi cuerpo no podré sentir. 
Oh violencia que hará correr mi sangre... no se cuanta perderé ni quien me la podrá devolver. Mi vientre será como el fuego ardiente que desciende tras las montañas del oeste; no soportaría verlo, sería como quemar mis ojos.

Mi cuerpo ha perdido energías y suelo pasar mucho frío, volteo alrededor... veo como todos se desvanecen. Siento como si me esperase una batalla y escucho cánticos melancólicos entre los árboles pero confió en la voluntad del Sabio y si permite que llegue esa hora, estaré en sus brazos mientras el ocaso viva en mi vientre. 

A veces al corazón también le ponemos anestesia pero llega el momento en que las heridas gritan y debemos coserlas para que con el tiempo sanen, pero debemos cuidarlas amorosamente para que cicatricen debidamente y no se infecten.

Después de que pase el desastre quiero volver a escuchar que los árboles canten sobre el amor...

Perdón.

Fue como si la primavera se enamorara del invierno

Fue como si un fantasma se enamorara de un ser humano que aun respira sobre la Tierra

Fue como si el agua se enamorara del fuego

Fue como si alguien de hace cientos de años se enamorara de la visión de alguien situado en un futuro inalcanzable

Fue como si un ave diurna se enamorara de un ave nocturna

Fue como si una melodía melancólica se enamorara de una melodía alegre

Fue como si la que ilumina la noche se enamorara del que ilumina la mañana

Fue como si la nota de si natural se enamorara del do natural y quisieran sonar juntos

Fue como si una pieza de rompecabezas se enamorara de una pieza con la que no se puede ensamblar

Aun así... fue... hasta que después de un resplandor Ella despertó sonriendo frente a un magnífico Bosque.

Viejo Castillo

Siglos de historia guardan tus muros,
mágicos días tus torres vieron
Viejo Castillo en el bosque olvidado
un gran amor tus jardines rondó
Una bella doncella su voz elevó
y así a su amado al castillo llevó

Jardín encantado lleno de verdín
donde dos juraron amor sin fin
Su encuentro no se deja de repetir
bajo las lunas su canto has de oír
Verdadero amor habéis de sentir
en verde jardín hallarás su latir

la flora parece hablar
música emerge al anochecer
dos espíritus suelen danzar
aun después de palidecer
el amor vive aun,
el jardín vive aun

Cerrad vuestros ojos noble ser que leéis... los abres y estas frente al inmenso mar, tus cabellos han crecido al igual que las hierbas que lo cubren todo y juegan con el señor viento, vuelves a escuchar esa música que dice a tu alma que estas en casa... ¿que canta ahora tu corazón?... ¡escuchadlo con jubilo!... quiero también oírlo.

Amor profundo, amar, amar, amar, un espíritu inmensamente mas profundo que el océano
y que puede amar, amar, amar, amar, amar, amar, amar... aunque tus cabellos se enreden con las plantas y te crezcan flores entre ellos, aunque te giren los ojos, aunque te nazca un astro brillante en la mirada, aunque surja de ti un idioma que muchos no sepan comprender, aunque te lleve el río de la locura... amar...

No olvidemos...

¡Escucharlo!... ¿que dice?

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Óleo sobre lienzo.

Hope (Esperanza), obra del pintor inglés George Frederick Watts. Pintada en el año 1886.

Sobre un globo sentada, descalza y ciega, toca la lira con todas las cuerdas rotas... salvo una sola. Todas las estrellas ausentes... salvo una sola... que parece vaga y lejana.
Ella inclina la cabeza para escuchar la tenue música...


Y sin embargo brilla... y sin embargo suena...

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Adiós os digo desgarrada.

Adiós para siempre, para siempre, para siempre, para siempre, para siempre, juro que para siempre. Me enamore de un sueño, de una mentira, es decir de... Nada. ¿Como puede el ser humano soportar el vivir entre mentiras?... Banalidades... ¿Para que amar con toda tu esencia si terminas burlada y con el corazón mutilado?... ¿¡Que hago en la Tierra!?...

Me has roto el corazón y si... por primera vez me nace decir... (silencio)

¡Oh Dios, moza, tierna y frágil me dejaste en sus brazos! ...

Mis pasos me llevaron a mirar a través de aquel ancho ventanal y reconocí el piano que se sitúa aun en el mismo sitio, lo escuché sonar, pero esta vez no por tu causa y rápidamente sin cerrar los ojos aquel viejo recuerdo se revivió, ya no veía nada ni escuchaba nada, solo aquel recuerdo.  Una noche te fui a buscar y sin hacer ningún ruido y mágicamente confundiéndome con los árboles te contemple a través del ventanal, estabas al fondo en aquella esquina con vuestras manos acariciando el piano... era el dulce y melancólico Nocturno en mi bemol mayor de Frédéric Chopin, lo hacías con un amor que me cautivó y me dejó flotando, creo que mi amor va a vivir para siempre ahí... en ese instante, en ese suspiro de la vida. Te dije que deseaba escucharlo de ti hasta que nuestros cabellos fuesen como rayos de luna.

Dormir... fui tan lejos y regresé... Dormir quiero. 
Es indudablemente todo lo que quiero...Dormir en paz.
Recostarme, suspirar y no recordar nunca nada más...
ninguna otra vanidad, nada sino Dormir en paz... eso deseo.

A lo lejos, más allá de la neblina veo una isla
que jamás podré alcanzar, la diviso cada día
Huelo su afable esencia desde la lejanía
y me cautiva su amorosa, dulce melodía


Misteriosa tierra, hacia ti siento una conexión
¿Existe entre nosotros una unión?...
Mi andar siempre me aparta pero despierto en confusión
pues siempre se que he soñado con vos


Las aguas se mueven e inesperadamente suelo estar mas cerca
y huyo por que siento un temor cuando tu luz me alcanza;
avanzo y volteo hacia atrás para ver lo que dejo una vez mas.
Pero ¡no, nada hay, absolutamente nada hay!.. nada es y nada más.

 Son por lo que desde dentro les surge y les levanta, ¡grandes!
como robles, fuertes y sabios, no creo sean cuentos o viejas ilusiones;
al sus cuerpos morir, los verdaderos vuelan y resplandecen como soles


Viven grandes batallas y sin embargo son sensibles a lo mas sutil,
consientes del palpitar de la mas tierna hierba, su imaginación es fértil.
Buscan la verdadera libertad en lo inmortal, desatándose de lo fútil,
siempre elevando su visión, cruzando los cielos, percibiendo lo que no es táctil


Sus cantos se unen y se oyen mas allá de las montañas
hablan sobre el honor que no muere, cantan desde sus entrañas
Derrotados y débiles son los que olvidadas tienen sus almas.
Su valor y su luz no se halla en solo palabras sino en las hazañas 


La llama de la valentía les aviva, es su voluntad
Héroes por grandes obras libres de vanidad
Se muestran claros antes de romper la lealtad,
viajan hacia el extraviado hogar, hacia la verdad


Aprendieron a ver mas allá de lo que tantos pueden ver
y contemplaron la belleza que no se puede disolver.
Con su mirada, puente hacia su alma te pueden enverdecer.
Van por largas sendas que los han de devolver.


En esta época tantos los han olvidado,
declarado extintos o incluso les han negado
Creo en mi, creo en ustedes, no han abdicado
Duermen en algún lugar y no han despertado


Despiertos viven unos cuantos, bien lo siento
y despertad...vosotros que están ahí dentro
en cualquier lugar perdido, se que no los encuentro
y los imagino solo en un dorado cuento.

Alguna vez, el viento dulce sopló y transportó desde lugares tan mágicos y desconocidos una semillita dorada hasta vuestro interior, ¡y entonces vuestro vientre brillo!... aún recuerdo que cuando era muy pequeñita ustedes me contaron que había venido de detrás del sol...

Tengo tan pocos recuerdos de vos... aun así, poseo vuestros recuerdos y juro que permanecerán... los veo pasar dentro de mi,  en silencio externo aunque dentro de mi se escucha vuestra voz... entonces es inevitable que el mar rompa mis ventanas y se desborde.

Hueco vuestro lugar...
¿Por que os trozaron y os marchaste lejos?
¿cuanto tiempo ha sido así?,
¿que se sentirá que no estéis ausente?
Y aunque esto fuese un sueño
¿por que no aparecéis mas?
Pasar las noches largas con miedo
se ha vuelto constante...
y ya no puedo tocar vuestra puerta
esperando respuesta 
por que ese sitio esta vació.
Atravieso largo tiempo oscuro
y mi corazón se ha roto
y vos nisiquiera lo sabéis...
¿atraviesas caminos sombríos y dolorosos?
yo nisiquiera lo se...
sin embargo tantas veces creo sentirte...
siento vuestro dolor.
He callado tanto...
os extraño.

Se que tengo tanto que aprender de vos y eso me maravilla, se que en el fondo guardas tesoros valiosos, 
y se que tengo tanto que compartiros, sin embargo no se cuando volveré a veros y no se cuanto tiempo mas callaremos.

Bien recuerdo las palabras que me dijo mi Señor padre... " Eréis una preciosa flor crecida en el centro de un pantano". He crecido sola, rodeada de buenos caballeros, ¿pero vos mi Señora donde has estado?... habladme del canto de las flores...

Os extraño... os lo escribo aunque se que vuestros ojos no recorrerán estas letras.

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Las piedras se desmoronan...

 Llenamos los alrededores con nuestros cantos que pronunciaban la palabra Eternus... cantos que se fueron viajando con el viento y a veces regresan a los alrededores y los vuelvo a escuchar. Quizá la tierra, las hojas secas o la nada cubrirán los vestigios de ese Reino. 


 El Reino canta un aria antigua: 


Deja que llore mi cruel suerte, y que suspire por la libertad; y que suspire... y que suspire... por la libertad. El dolor infringe este sesgo de mi martirio sólo por piedad; de mi martirio sólo por piedad. Deja que llore mi cruel suerte, y que suspire por la libertad; y que suspire... y que suspire... por la libertad.

De Gustavo Adolfo Bécquer

Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelta entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!

Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrada en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!

Nube de tempestad que rompe el rayo
y en fuego ornáis las sangrientas orlas,
arrebatada entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!.

Llevadme, por piedad, a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!.

Can you ever see me as you did before
Can you ever see me like you did once more
When I look into your eyes
I can breathe in water
Like you

When you say goodbye
My lungs ache filled with water
'Cause I will always love you

"... pero para entonces Niënor había desparecido como un espectro; y ni rastro de ella encontraron, aunque estuvieron buscándola lejos, hacia el norte, durante muchos días."

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"Por la puente, Juana". Romance con estribillo a tres voces.

Letra y música son anónimas.

Por la puente, Juana,
que no por el agua.

Agora que el tiempo
con las manos francas
de jazmín y rosa
compone tu cara
y da a tus cabellos
el oro de Arabia,
a tus dientes perlas
y a tus labios grana,
tu provecho busca,
mira que te engañan
de mancebos locos
las promesas falsas.
No aguardes que el mismo,
con la mano helada,
marchite las rosas,
vuelva el oro en plata.
Vas por agua agora
desnuda y descalza
sin ver que los tiempos
pasan como el agua.
Tiene el interés
una puente larga
que llega a las Indias
sin llevar armada:
paso de discretas
y puentes que pasan
los cuerpos vestidos,
enjutas las almas.

Por la puente, Juana,
que no por el agua.

Si a la primavera
de tu edad dorada
en tierras baldías
siembras esperanzas,
al estío ardiente
cogerás turbada
arrugas del rostro,
del cabello canas.
Los papeles tiernos
no te engañen, Juana,
que al fin son papeles,
plumas y palabras.
Si llovieren ojos
hechiceras ansias,
capote en los tuyos,
que no pase el agua.
Y si por ventura
sirenas te cantan,
a sus dulces versos
los oídos tapa,
porque no hay sonido
de bigüela y arpa
que iguale al que hace
la plata con armas.
La puente que digo
las tiene a la entrada:
agora está abierta,
cerrarán, si tardas.

Por la puente, Juana,
que no por el agua.

Cruzar el puente... que no, que no regresará, el puente que no regresará.

Etiquetas: blog

...Y es que los fríos vientos que caen de Noruega
te habían susurrado la adusta libertad.
Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena,
en tu mente traspuesta metió voces extrañas;
y es que tu corazón escuchaba el lamento
de la Naturaleza –son de árboles y noches.
Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo
rompió tu corazón manso y tierno de niña;
y es que un día de mayo, un bello infante pálido,
un loco misterioso, a tus pies se sentó.
Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! .
Te fundías en él como nieve en el fuego;
tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra.
–Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.

¡Deteneos!...